La patrona del mar camina con ellos desde los inicios, desde que el barrio se materializa y ella toma su lugar.

Sentimiento que se recrea en diferentes puertos del país, sigue presente, sigue siendo un pequeño eje, un salvavidas.


Desde la edad media hasta hoy sigue estando vigente. Su protocolario día sigue inalterable, estrictamente ordenado para que la creencia sea en su justa medida recompensada.

El símbolo, la figura, sigue siendo un gran pilar para la humanidad.

Camina por sus calles esperando dejar su pequeña huella, dando oxigeno a quienes la llevan dentro y fuera.
