Una organización para salvarnos a todos
La ciencia ( el nuevo eje de creencia ) que posee la capacidad de derribar antiguos paradigmas con tremenda facilidad, y de modificar el entorno amparándose en los trillados y redefinidos «bien común» y «solidaridad», demuestra lo mutable de cada extremidad de todo nuestro sistema humano de «progreso» y «desarrollo» como especie, y de como piramidalmente puede crearse una «verdad» absoluta, incuestionable.
Este es el documento visual de la fragilidad, y de la facilidad, que se tiene en cualquier periodo de la historia para disolver al individuo, y llevarlo a un callejón sin salida en una dualidad CONSTRUIDA desde nuestro exterior, engendrada en la más oscura sombra de la caverna de Platón.
Denuncia de médicos después de presentar su ensayo clínico en el British Medical Journal.
Se establece una nueva anormalidad, acientífica, sin debate público ni mucho menos técnico, siendo normalizada y sostenida por relatos de expertos con conflictos de intereses, estableciendo un control MORAL y conductual por la seguridad y beneficio de unos pocos (los de siempre).
Mi reportaje fotográfico en Barcelona (más abajo) está construido para enseñar la fragilidad de nuestra psique, y muestra el pasaporte de la vergüenza, pasaporte covid. Estigma que dejó a miles de personas sin trabajo en Italia, cientos de sanitarios suspendidos de empleo y sueldo durante meses en Francia, jubilados sin poder cobrar parte de sus subsidios en Grecia y en decenas de países, y una extensa variedad de atropellos a la dignidad humana, POR TU SEGURIDAD.
Los enemigos globales que se nos presentan como imposibles de esquivar solo pueden tener una única «solución», fabricada por «expertos», y por el abstracto ente que significa la palabra ciencia. Guerras, crisis financieras, pandemias televisadas, todas ellas con un denominador común, la cuenta la pagas tú, con tu salud, tu vida o tu dinero, y en nuestro país, con el protocolo en las residencias de ancianos como el mayor exceso de mortalidad en 2020 por la descarada inacción ante las evidencias científicas que nunca salieron en medios, y en el desmantelamiento de la pequeña y mediana empresa por los cierres que arrasaron a las gentes y sus negocios. Decisiones con la excusa de carácter de urgencia, redirigiendo con más fuerza aún un acaparamiento de capital que refuerza las estructuras de decisión y «verdad» que mueven el mundo, en medios, organismos supranacionales, y quienes crean los relatos que hoy vivimos, estableciéndose como un consenso supuestamente objetivo, como únicas y aplastantes, ÚNICAS E IRREBATIBLES soluciones.
La cámara de fotos fue el único camino para mí, ante una ceguera impuesta a base de miedo y repetición, mantras acientíficos y totalitarismo moral, viral, gracias a la sociedad «moderna» de la hiperconectividad que parece haber anulado al verdadero SER, al individuo que con sus decisiones responsables construye un verdadero tejido social, una comunidad. Hoy, esa capacidad de decisión se encuentra secuestrada por la cárcel de la «información» y el totalitario nuevo eje de creencia, los medios-ciencia, aquellos capaces de crear un mundo paralelo que parece verdad, dogma, relevante, el camino indiscutible de la especie que si no se asiente como verdadero, se activa el mecanismo social del miedo a lo diferente ( al debate).
Increíble experiencia la de caminar por tu ciudad y ser visto por el miedo de la ciudadanía, ser juzgado y señalado como el culpable de un evento, ser un paria por los relatos de quienes decían salvarte, aquellos mismos que te llevaron al frente en 1914 y 1939, pero ahora te cuidan.
DIVIDE Y VENCERAS
